Dic,26 2014
Passeri en competencias

Sensaciones extrañas, por Martín Passeri

Publicado el viernes, 26 de diciembre de 2014
Esta anotación que sigue la escribí durante la penúltima fecha del Circuito Latino en el norte de Perú: “Que sensación mas extraña tengo hoy. Estoy frente a una de las mejores izquierda del mundo, Lobitos, está increíble. La miro y me pregunto: ¿Qué hago acá afuera sin meterme? Mi respuesta es: “Tengo que descansar para el contest, mañana la remadera va a ser fuerte y tengo que guardar energía. El campeonato se está haciendo en una izquierda que está a 40 minutos manejando de donde estamos, es buena, pero muy diferente”.

Este planteo empezó justo después de una sesión épica en “Baterías”, a la mañana, donde me sentí surfeando bien, haciendo las maniobras donde son, rápido y preciso. Me salí del agua para no cansarme (hacía una hora y media que estaba), y comenzó esta idea en mi cabeza que ahora estoy compartiendo con ustedes.

Después del surfing, desayuno. Eran 11:30 y me senté en el balcón del hotel a intentar trabajar un poco en algunos artículos que quería escribir. Llegaba la hora del almuerzo y cada vez Lobitos se vaciaba más.


La perfección de Lobitos. Foto: Passeri

Intenté ponerme a estirar, puse música, miré los emails, puse la pava para el mate y la ola no paraba de rodar. Mi concentración estaba mas dispersa que de costumbre, y no podía dejar de mirar las olas. Hasta tuve que irme a caminar tierra adentro para no ver lo que estaba pasando en la costa, pero de todos lados se veían las líneas que se iban vacías…

Esforzándome en la búsqueda del autocontrol, por el plan que había trazado para ese día, supere la ansiedad y pude volver al hotel, tomarme un taxi e ir sin tabla, a la ola del campeonato, por lo menos para analizarla.  Miraba todas las manifestaciones de una ola incierta, de mar adentro pero que rodaba casi mecánica por un fondo de arenas y piedras.

La perspectiva no era la ideal, siempre es mejor correr una ola que nunca surfeaste por lo menos dos o tres veces antes de competir. No es recomendable, llegar directo al heat sin testear las tablas y la manera que debe ser corrida esta ola.  Bien, superado el día de la ansiedad, me preparaba para el próximo día.

Cené a eso de las ocho de la noche un arroz chaufa bien peruano y una cerveza para relajar tensiones. Me demoré unos 40 minutos en terminar el plato y sentía que la ansiedad estaba siendo controlada.

Subí al cuarto y empecé a armar bolso completo para poder soportar todo el día. Todo tipo de frutas secas, agua, el bolso con el mate, dos tablas listas parafinadas y con quillas puestas, un bolso de accesorios que incluían soga de saltar, banda elástica para las piernas, un juego de quillas extra, parafina y muchas dudas…

Un surfista suele observar situaciones cambiantes (mar–clima) que tienen algunos patrones pero al ser una sumatoria de elementos, un mínimo cambio modifica todo el panorama.


Bottom Largo en las izquierdas de Negritos. Foto: Enrique Rodríguez

El nuevo paradigma es adaptarse al movimiento, planear tu sesión pero siempre dejando un porcentaje a la improvisación o a la resolución repentina, instintiva, dónde y cómo haría la maniobra.

Desde un principio aprendemos a observar patrones móviles y sensibles a cambios. Desde que decidimos ser competidores, profundizamos en el conocimiento del mar, de nosotros mismos y nuestros planos físicos, mentales y energéticos.

Finalmente, en ese evento no me fue como me hubiese gustado, viendo disiparse el objetivo de ganar del circuito.
Los auto reclamos no demoraron en llegar:

- Debería haber surfeado los días anteriores esa ola?- Debería haberme metido ese día en Lobitos o Baterías para aflojar la ansiedad
- Debería haberme quedado frente a la ola del contest y observarla todo el tiempo.


Las líneas mágicas de Las Flores. Foto: Passeri


Otra oportunidad
Nuevo campeonato, última fecha y acabo de entender lo que en ese momento era una duda: No existen reglas tales como los reclamos que me hice en Perú.

Llego a El Salvador el día anterior al comienzo del contest, después de 26 horas de viaje, claro que por estar sembrado tenía el día siguiente para practicar un poco antes de entrar al agua. Me quedé en un hotel a 15 minutos de la competencia en vez de quedarme en frente. Algo mas de lo mismo.

Así lo hice: 5am arriba, mate y frutas. Listo para probar la punta de Las Flores con mi compa el Sargento Chute. Estaba explotado de gente peleando por una ola pegada a las rocas de 2 a 3 pies máximo.  De cierta manera me hice de algunas olas por toda la cancha y pude setear mi mente para la ola, decidir que tabla y quillas usaría.

En donde empezó el torneo nos salimos todos, y en vez de buscar resguardo del sol para analizar la ola, llego la propuesta de ir a correr otra ola. Las dudas no fueron las mismas que en Perú y afirmativamente acepté.

A eso de las 11 am ya había surfeado unas 80 olas en total y me sentía bien cansado pero satisfecho.

Hace tiempo que no descuido la hidratación y los alimentos, durante una competencia, por lo tanto me recompuse, y a las dos de la tarde tenía dos sesiones encima y mucha energía.

Me asomé al beach break frente al hotel y estaba cada vez mejor, pero totalmente diferente a la ola de la competencia. Me junté con Antony Fillingim, Thomas King y el siempre inspirador Fede Pilurzo. Tuvimos una sesion divertidísima y solos. Recordando que en la Punta de Las Flores debería haber unos 80 surfistas peleando por las olas.

Al salir, ducha para sacarnos la sal, streching, jugo de fruta (preferentemente piña) seguido por BCAA, al terminar ordené la comida.

La mañana siguiente fue épica: el mar creció, llegamos a la playa a las 6am y contamos 50 almas en el agua… Sesión de entrenamiento y a esperar mi serie que seria la última del día.

Mientras tanto, acepté dar una mano en la transmisión en vivo por Internet; así tenía algo para hacer en las cinco horas y media que seguían por delante.

Una hora antes di una surfeada para pisar la tabla, algo que suelo hacer cuando tengo dudas. Otras veces solo precaliento con ejercicios que realmente son muy efectivos para surfear de una vez la batería.


Las Flores desde el agua. Foto: Archivo de Passeri

Primer paso chueco: perdí mi serie que agraciado con el repechaje, al otro dia tendría otra oportunidad para seguir en la lucha por el título latino que, que lideraban la carga Chila y Fillingim.

Para sacarme la bronca de saltar la cuarta ronda decidí tirarme a surfear el beach break de en frente del hotel. Se veía realmente bueno. Una vez mas la incertidumbre de qué debería hacer contra lo que quería hacer se hizo presente.

Me fui para el cuarto, calenté agua para tomarme unos mates y me acordé de esto que había comenzado a escribir cuando había perdido doblemente en Perú: La competencia en Negritos, y las surfeadas que reprimí esos días tanto en Lobitos como en Baterías. Así que recordando ese sentimiento de unos meses atrás, me cebé otro mate y comencé a encerar la tabla –la que no usaría el día siguiente en el campeonato-.

Salí del cuarto como un nene que tiene una pelota y va por sus vecinos para armar un partidito, buscando a Fillingim. Con él estaban Fede Pilurzu y Thomas King (un junior tico que se las trae de verdad), asintieron sobre lo bueno que estaba el mar y pusimos 30 minutos de preparación para ir juntos al agua.

No podía haber estado mejor. Fue casi la mejor elección de todo el viaje, todo el mundo gritando de las maniobras y las olas que corrían los demás, fue increíble. Se notaba que el mar ya estaba empezando a crecer como marcaban los pronósticos.

Post de Passeri en Instagram. En sus estiramientos

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