Los surfistas y los bodyboarders han tenido muchas diferencias en casi todo el mundo. Algunos los subestiman, otros simplemente los ignoran. Personalmente respeto mucho a los verdaderos bodyboarders.

Perú, tiene una tribu nómade que viaja por los lugares mas escondidos de la costa descubriendo playas, durmiendo a la intemperie, solo por ser los primeros en el agua. Son super surfers, buscando tubos y olas inéditas, los mejores surfers del perú son amigos de los mejores bodyboarders y comparten sesiones felices.

Se dice, que corremos olas diferentes, que los bodyboarders buscan las olas extremas de orilla, pero también que las maniobras de un bodyboarder son totalmente diferentes a las del Surfer de tabla.

Tengo amigos de Argentina que lograron títulos internacionales, chilenos que son los más aperraos (como dicen ellos) que se tiran las olas mas maleadas, ecuatorianos que dejan todo en la cancha, venezolanos que a pesar de no tener olas grandes viajan por el mundo buscando los olones... Latinos en todas partes que comparten el mar con respeto mutuo.

Hace un tiempo mis amigos del Club de Bodyboard de Perú, me obsequiaron una camiseta del Inka Chalenge (evento del tour mundial que realizaban en Perú). En mi viaje a Centroamérica, me lo puse orgulloso de esta raza de guerreros que no se achica nunca.

Cuando reme una de mis primeras olas un "gringo" no llegó a la ola... Y leyó mi camiseta y gritó con rabia: “¡¿Bodyboarder?!”. Obviamente me fui en la ola, pero me molestó su manera despectiva de referirse de esta comunidad.